Durante su comparecencia de esta tarde ante los medios de comunicación, Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona, ha insistido en repetidas ocasiones en que "el Barça y la Federación van de la mano" y en que en la defensa de los intereses del club catalán intervendrá la Federación.
Es una prueba más de las excelentes relaciones que el FC Barcelona mantiene con la Federación Española y con su presidente, Ángel Villar, que se ha arriesgado a recibir un toque de atención de la propia FIFA (que es él) y una importante sanción económica por permitirle al Barcelona hacer trapicheos con niños extranjeros para asegurarse los éxitos del futuro hablando de cantera en donde habría que decir niños fichados de la otra punta del mundo.
El escándalo levantado por la FIFA viene también a explicar por qué el Barcelona obtiene igualmente trato de favor en la competición española de los árbitros que controla Ángel Villar. Los amigos están para ayudarse mutuamente. Y en este caso la FIFA ha pescado a los dos amigos, Villar y el Barça, in fraganti haciendo trampas y cogiditos de la mano.
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