Después de permitir que el Atlético pegara lo que no está escrito, después de obviar un penalti de Miranda a Modric, después de castigar con roja a Mourinho por su primera protesta mientras Simeone se pasó todo el partido en el campo y después de expulsar a Cristiano por una reacción dudosa,Clos Gómez remató su actuación en la final de Copa redactando mal el acta del partido.
Desde antes de empezar el encuentro, parecía evidente que el aragonés no es árbitro para una final, pero durante los 120 minutos de juego quedó demostrado. Clos desquició al Madrid y permitió todo al Atlético, con un doble rasero completamente fuera de lugar. Y encima, demostró su nivel escribiendo mal el acta y dando el 1-1, obra de Diego Costa, a Arda Turán. Lo que es un buen árbitro, vamos…
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