¿De dónde viene el independentismo de Rosell?

El cambio realizado por Sandro Rosell desde que accedió a la presidencia del FC Barcelona no está dejando indiferente a nadie y hasta desde la parroquia culé le acusan de una actitud que él mismo aseguró que no iba a adquirir mientras fuera presidente del FC Barcelona. Pero ya sabemos lo que pasa: el poder corrompe y ahora la que dijo un día no puede alejarse más de la realidad. Pero, ¿por qué?

El presidente del FC Barcelona se jactaba acusando a Joan Laporta de haber utilizado el club azulgrana como plataforma para acceder a la política e incluso aseguró que iba a hacer desaparecer toda la politización que se había apoderado del club azulgrana en los últimos años. Sin embargo, algo ha ocurrido en el seno culé y nada es lo que en un principio se pronosticó.

Una situación que respnde perfectamente a los intereses políticos y económicos del presidente azulgrana y que son el ejemplo perfecto de lo que son los grupos de interés, y es que el mapa es muy sencillo.

Empecemos desde el otro extremo. Artur Mas, presidente de CIU y de la Generalitat había sido siempre un partido moderado y que nunca había optado por la posición independentista. Al contrario, y es que como dice el nombre de su partido siempre han buscado la "Unión". Sin embargo ahora sus ideales han cambiado y desde hace unos meses su posición se ha vuelto totalmente separatista y catalanista.

Una posición que, por supuesto, apoya el medio de comunicación y el grupo mediático que siempre ha apoyado a su partido: el Grupo Godó, con el diario La Vanguardia como buque insignia. Un rotativo que siempre ha sido de "Convergència" y cuyo color azulo lo identifica con el partido.

Un grupo que a su vez pagó la campaña de Sandro Rosell cuando pretendía acceder a la presidencia del Barça y que no le fue nada mal, pues ahí está. Y como suele ocurrir en estas ocasiones, ahora Rosell debe responder a los favores que un día recibió para lograr sus objetivos, y estos pasan por procalamar la independencia y utilizar al Barça con este propósito. ¿Tendrá Rosell la intención, como su antecesor Laporta, de conseguir un escaño en el Parlament? Quizás el responda que no en primera instancia, pero ya sabemos que de Rosell uno no se puede fiar, y que igual que dice blanco dice negro. Veremos qué ocurre si finalmente le ofrecen un hueco en la política.