La derrota del Barça anoche en San Siro dejó una imagen curiosa: La de un ex madridista que, a tenor de las imágenes, sigue sintiendo mucha simpatía por el club blanco. No sólo Mario Balotelli enloqueció en las gradas del estadio milanista viendo sucumbir al equipo azulgrana.
Probablemente, lo que más le hubiera gustado a Robinho habría sido jugar el encuentro y "matar" él mismo al Barça, pero no pudo ser.
Robinho, que fue otra de las bajas que presentaba el Milan para el encuentro debido a una tendinitis, lo pasó en grande junto a los jugadores ausentes en el equipo 'rossonero', y participó activamente de la fiesta de la grada, precisamente junto al delantero italiano, recién llegado del Manchester City.
Una prueba de que el brasileño sigue siendo madridista. O, desde luego, de que no siente simpatía por el Barça. Robinho no salió demasiado bien del Real Madrid en su día, pero a buen seguro que sus sentimientos con respecto al conjunto blanco como el primer equipo que le dio la oportunidad de jugar en Europa no han cambiado mucho.
Probablemente, lo que más le hubiera gustado a Robinho habría sido jugar el encuentro y "matar" él mismo al Barça, pero no pudo ser. Al menos, fue un madridista más en San Siro.
Si lo celebró no fue porque fuera madridista sino porque es del Milán y siente al Milán, ya esta.
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