José Mourinho mantiene la calma. Como jefe que es de la plantilla del Real Madrid, como líder, no se puede permitir un exceso de euforia. De hecho, en estos días trabajará el aspecto mental con sus jugadores, justo en un momento crucial para el devenir de la temporada en el equipo. A un día de que se conozca su próximo rival en la Champions, no quiere confianzas.
Mourinho sigue en plan austero. Sigue minimizando al máximo sus apariciones públicas y manteniendo la calma en cuanto a declaraciones malsonantes. No quiere líos, justo cuando estamos empezando a terminar la temporada.
Eso es lo que publica el diario MARCA en el día de hoy. El rotativo se habría enterado del contenido del último mensaje que Mourinho le habría lanzado a sus jugadores, después de haber encadenado tres éxitos consecutivos de auténtica embergadura en Europa y que han relanzado las posibilidades de éxito del Madrid esta temporada. Dos ante el Barcelona y una ante el Manchester.
"Está bien, pero todavía no hemos ganado nada. Lo duro empieza ahora y espero que estemos a la altura". Esta sería la frase que, a partir de ahora, los futbolistas blancos tienen que hacer retumbar en sus cabezas. Pese a lograr el pase de ronda en Europa, el Madrid todavía tiene que andar un largo camino para conseguir la Décima. Y en frente tendrá a muchos buenos equipos con los que pelear.
Entre ellos, un Barça que, cuando todo parecía perdido, logró remontar ante el Milan y colarse también en los cuartos de final. Con el mensaje lanzado a sus futbolistas, Mourinho pretende, precisamente, que no se extienda el clima de euforia tras haber doblegado a los azulgrana en la Copa del Rey y que un hipotético cruce contra ellos en el viejo Continente tenga un resultado distinto debido a la confianza excesiva.
Mourinho sigue en plan austero. Sigue minimizando al máximo sus apariciones públicas y manteniendo la calma en cuanto a declaraciones malsonantes. No quiere líos, justo cuando estamos empezando a terminar la temporada. Y menos aún que sus futbolistas se descentren con los mismos. Sabe que su figura despierta mucha animadversión pública y por eso prefiere estar en un segundo plano. Las cosas han salido bien hasta ahora bajo esa táctica. Y no habrá nada mejor que darle el estacazo definitivo al Barça cuando de verdad toque. Y en Europa.
"Mou el tranquilo", podríamos bautizarlo. Mientras todo en el madridismo es optimismo, él sabe que del éxito al fracaso rotundo hay muy poca distancia. Apenas un fino cordón. Y vela porque éste no se tense demasiado.
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