Por encima de todos los motivos que la prensa ha esgrimido para justificar o explicar que José Mourinho abandonará el Real Madrid la próxima temporada, existe una causa importante que tiene que ver con el aspecto personal de la vida que el portugués se ve obligado a llevar en Madrid. Y, precisamente, tiene que ver con los medios de comunicación.
Sucesos como las fotografías tomadas en el campo del Canillas, cuando Mourinho va a ver jugar a su hijo, o la persecución de los medios hacia su familia en lugares como el colegio donde van sus hijos o en algunos centros comerciales le están afectando mucho.
El diario 'El Confidencial' alude a esa causa de posible "ruptura" de Mou con el club de la Capital en el día de hoy. Cuenta este medio que Mourinho sólo se siente "libre" cuando pisa la ciudad deportiva de Valdebebas a primera hora de la mañana, o bien se encuentra en su casa. Todo lo que no sea permanecer en esos dos lugares, donde nadie le molesta, es un continuo suplicio para él.
Y lo es por culpa de la prensa. Una prensa que, piensa el de Setúbal, ha sobrepasado todos los límites y se ha excedido no sólo en el plano de la crítica informativa hacia su gestión y sus decisiones como entrenador, cuestionadas casi desde el día en el que llegó al Madrid, sino en una feroz persecución personal.
Sucesos como las fotografías tomadas en el campo del Canillas, cuando Mourinho va a ver jugar a su hijo, o la persecución de los medios hacia su familia en lugares como el colegio donde van sus hijos o en algunos centros comerciales le están afectando mucho. La prensa deportiva se comporta con él como la del corazón. Es por ello, que Mourinho habría recibido muchas presiones por parte de sus familiares para abandonar España, donde se sienten perseguidos y maltratados, y regresar a Inglaterra, un lugar mucho más cívico en ese aspecto.
Mourinho, pese a ello, y siempre según 'El Confidencial', no tiene una decisión tomada acerca de su futuro. Bromea diciendo dentro del club que le quedan "dos meses", pero no es algo definitivo. Nadie en la cúpula directiva sabe a ciencia cierta qué hará. Florentino Pérez quiere que se quede. La afición se ha vuelto a posicionar a su lado, y sólo algunas diferencias con el vestuario le separarían algo de seguir en el equipo. Pero el plano personal afecta. Y mucho.
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