Howard Webb se convirtió en un jugador más del Borussia Dortmund en el Santiago Bernabéu y dejó a los jugadores alemanes dar todas las patadas que quisieron sin apenas pitar una falta. El colegiado se pasó a la hora de dejar jugar y permitió el juego brusco del Borussia durante los noventa minutos de partido.
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El Borussia se hinchó a hacer faltas sin que Webb pitase ni la mitad alegando que dejaba jugar.Pero lo más flagrante fue una jugada en la primera parte en la que Xabi Alonso recibió una tremenda patada y el árbitro se desentendió, recordándonos aquella patada de De Jong sobre el tolosarra en la final del Mundial de Sudáfrica.
Webb permitió rascar a los alemanes y eso afectó en el esfuerzo físico de los jugadores del Real Madrid, que se veían llenos de golpes son que el árbitro pitase nada de nada. Además se comió una clarísima mano de Hummels al borde del área en la recta final, después de haberse tragado un penalti en el primer tiempo sobre Higuaín, y no quiso ver un claro empujón dentro del área sobre Cristiano cuando el partido agonizaba. Y encima los blancos se llevaron tarjetas por protestar, ver para creer.
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