El Barcelona logró ayer el pase a los cuartos de final de la Champions, pero esta mañana se ha encontrado con una noticia de lo más desagradable y bochornosa. Su presidente, Sandro Rosell, podría enfrentarse a una pena de ocho años de cárcel por fraude al estado brasileño.
Tal y como apunta el diario 'Folha de Sao Paulo', Rosell ha sido acusado de beneficiarse ilegalmente de un contrato ilícito y de usar un documento falso para sacar beneficio de la organización de un partido amistoso de la selección brasileña.
Así, y según apunta este diario, el presidente azulgrana recibió, por la organización de dicho encuentro, 3'5 millones de euros proveniente de dinero público. En 2008, la empresa Ailanto Marketing, presidida por él mismo, organizó el amistoso Brasil-Portugal en Brasilia sin tener una licitación pública para hacerlo.
Tras casi tres años de investigación, la fiscalía ha concluido que tanto el mandatario del Barcelona como su socia Vanessa Precht sabían que la contratación de ese partido era ilegal, además de haber probado la existencia de ese documento falso para contratar el partido. A Rosell le puede caer encima un buen problema, y no precisamente deportivo...
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